Es ampliamente aceptado que una economía circular (EC) es clave para enfrentar muchos problemas económicos, ambientales y sociales globales al tiempo que contribuye a lograr los ODS. Debido a su relevancia, algunos gobiernos latinoamericanos están promoviendo y apoyando la implementación de la EC. Colombia es uno de los líderes regionales que más ha avanzado en la implementación de iniciativas de EC, gracias a la Estrategia Nacional de EC que el gobierno lanzó en 2018. Si bien algunas instituciones gubernamentales y regionales han presentado informes de progreso de EC, no hay ningún informe que evidencie la implementación del CE a nivel organizacional y permite a las empresas tomar decisiones de seguimiento.
Por esta razón, esta investigación propuso un modelo para la implementación de EC y una herramienta virtual para capturar información, producir informes de diagnóstico para ayudar a las PYMES a convertirse en empresas circulares y apoyar decisiones sostenibles basadas en indicadores clave de desempeño (KPI). Para lograr este objetivo, trabajamos con diez empresas colombianas representativas de diferentes sectores económicos y niveles de implementación de la EC. Este proyecto fue posible gracias al apoyo financiero del Chartered Institute of Management Accountants (CIMA). Para la construcción del modelo se utilizó una metodología mixta (cualitativa y cuantitativa) basada en visitas a empresas, entrevistas y recolección de datos contables. Los resultados mostraron que este modelo representa una oportunidad para que las PYMES identifiquen su nivel de madurez y, por ende, definan acciones futuras que les permitan avanzar en la implementación de la EC.
En conclusión, este modelo representa una oportunidad para las pymes que podrán seguir un camino práctico basado en el rigor académico. Además, el modelo también es la semilla para comprender el nivel de madurez circular de las empresas y, por lo tanto, definir acciones futuras que les permitan avanzar en la implementación de EC. Asimismo, el modelo es una oportunidad para crear valor sostenible y ser más competitivos a través de una amplia variedad de prácticas voluntarias, pero que, en el futuro, podrían convertirse en obligatorias a nivel mundial. Por otro lado, los siete componentes de la evaluación diagnóstica son una perspectiva integradora en el campo de estudio. De esta forma, cada componente tiene implicaciones prácticas y teóricas que pueden orientar a las empresas en la comprensión de la CE y su uso como fuente de ventaja competitiva.
En esta línea, la idea de buscar un consenso en la comprensión de la EC no se limita sólo a la literatura. Por ello, esta propuesta pretende ofrecer soluciones para la comunicación de iniciativas de sostenibilidad y eco-innovación a través de informes de materialidad como los estándares GRI, SASB e ISO. De esta manera, los profesionales pueden comunicar su progreso en los estándares reconocidos por las partes interesadas y los accionistas.